miércoles, 5 de abril de 2017

Ella.

¿Quién es ella? Quizá esa sea la pregunta más importante a la que nadie se pueda enfrentar. Ella puede ser cualquiera. Puedes tenerla delante y no verla, o puedes no encontrarla nunca.

Ella es todo lo que quieres. Todo lo que necesitas. Todo lo que nunca has podido imaginar. Ella es lo que todo el mundo busca.

Quizás llegados a este punto piensas que esto es una mierda romántica más. Tienes todo el derecho, pero te equivocas.

Aquí no se habla de amor, cariño, afecto, ni nada parecido. Ella no es amor. Ella no es cariño ni afecto. Ella es simplemente todo. Todo, sin excepciones. Es esa persona que admiras, deseas, envidias.  Ella es lo que mueve tu vida. Ella es tu primer pensamiento en la mañana. Tu obsesión. Ella será tu último aliento.

No hay nada que puedas hacer. Estás jodido. Ella está en tu mente las veinticuatro horas del día. Ella estará ahí toda tu vida... Es un virus. Se ha extendido por todo tu ser, y no se va a ir nunca. Es algo que sabes, por mucho que intentes ocultarlo, por mucho que quieras olvidarla. Ella es inmortal.

Ella es tu alegría, es lo que te da fuerza. Pero también es lo que te está matando lentamente. Ella, como ya he dicho, lo es todo. ¿Aún crees que esto va de amor? Abre los ojos. Eso que tú llamas amor, no es más que una mentira. ¿Acaso crees que estás con la persona correcta? ¿Acaso crees que tu vida está completa? Pues te equivocas por completo. Tu vida no es nada sin ella.

No puedes quererla.. Perdón: No puedes simplemente quererla. Ella es una fuerza sobrehumana. Es algo que te debilita. Cada vez pega más fuerte.

Ella está ahí. Puedes verla, olerla, tocarla, oírla, saborearla... Pero sientes que es más. Porque ella no es una persona más. No, ella es otra cosa. Ella no sabe que la hace especial, se siente normal, pero tú la temes. Tú sabes que ella es más que nada en este mundo.

¿Amor? Me meo en eso que llamas amor. No sabes nada. No tienes ni puta idea de lo que es sentir un alma. Sentir que te invade. Sentir que no puedes sacarla de ahí. Quieres huir. Eres idiota por querer huir, pero a veces sientes que quieres perder ese sentimiento. Lo entiendo. Da miedo. Ella es horrible dentro de ti.

Quizá no estés preparado para sentirla. Nadie lo está realmente. Porque ella no llega de forma gradual. No es una aguja que te clavan poco a poco. No, ella no es sutil, delicada, ni tímida. Ella llega de golpe. Nunca esperas su llegada, pero cuando entra en ti sientes el mayor dolor que vas a sentir jamás.

Ella es una droga. Después de sentirla nunca volverás a concentrarte. Siempre tendrás mono de ella. Siempre. Aunque logres alcanzarla, nunca será suficiente. Creerás que te sientes saciado, pero siempre necesitas otra dosis. Otra dosis de ella.

¿Pero de verdad piensas alcanzarla? Puedes correr toda tu vida detrás de ella, y siempre estará delante de ti. Nunca se cansa. Nunca la verás agotada, ni siquiera exhausta. Ella es infinita. Es la mayor energía de este mundo.

Ahora dudarás... ¿De verdad piensas ser apto para ella? No, claro que no lo eres. Pero siendo justos, diré que nadie lo es. Ella es única. No hay nadie más. Aunque ella no lo sabe. Ella nunca sabrá lo especial que es. Puedes llamarlo humildad, si quieres. Pero ella es una ignorante. Ella jamás va a pensar en esto. Ella ni siquiera sospecha que tú lo piensas. Porque seamos realistas. Eres un cobarde. Es normal. Ella intimida. Nadie está preparado para enfrentarse a ella. ¿Qué puedes hacer? Nada, la respuesta es nada.

No hay nada que puedas hacer para que ella entienda esto. Porque ella no lo va a entender. Ella no lo quiere entender. Ella te pone a prueba. No caigas en su trampa. Porque aunque su alma sea lo más puro que vas a sentir en tu vida, ella es una persona. Ella comete los mismos errores que tú, que yo. Ella es buena, es mala, es divertida, es aburrida, ríe, llora. Ella es especial sin serlo. No destaca en nada, aparentemente. Pero insisto, no caigas en su trampa. Ella es así. Tienes que estar siempre alerta. Ella es una bomba de relojería. Y no sabes cuanto tiempo falta para que detone. No bajes la guardia. No te confíes. Lucha, o huye. Pero hagas lo que hagas, estás marcado. Nunca podrás con ella.

Quierela. Deseala, Amala. Satisfacela. Odiala. ¿Qué más da lo que hagas? Estás jodido. ¿Qué vas a hacer?

Espero que no sigas pensando que esto iba de amor. Bueno, realmente me da igual lo que pienses. Pero hazte una pregunta: ¿Quién es ella?

No hay comentarios:

Publicar un comentario